El Fuego Sanador es una de las primeras organizaciones enviadas a Talf por Henri II Rey de Siellán , hace ya dos siglos cuando la ciudad aun no había sido quemada por las revueltas, y se hacían llamar los Sanadores, por su ayuda a los desfavorecidos y ayudar en las batallas tanto a los aliados como a los enemigos heridos. Fueron enviados a la ciudad para intentar sanar las mutaciones que estaban sufriendo sus habitantes, pero viendo que no podían parar el numero de mutados y mucho menos revertir o curar las mutaciones, se vieron obligados a tomar medidas drásticas y empezaron a matar y quemar a los infectados, algunos convencidos por hermanos de la orden de que estaban malditos, y que no tendrían salvación en el mas haya si no quemaban sus cuerpos. Muchos mutantes accedían a ser quemados vivos dando lugar a espectáculos horripilantes, pero la gran mayoría de ellos tenían miedo de ser descubiertos y convencidos a quemarse por los monjes. Poco a poco el miedo por los Sanadores pasó a ser odio, y todo este odio fue aprovechado por alborotadores que lanzaron a los habitantes mutantes y no mutantes contra los monjes, las revueltas quemaron sus templos y los monjes eran prendidos con sus túnicas. Muchos se salvaron de la muerte y otros sobrevivieron con mutilaciones y quemaduras por todo el cuerpo, pero lejos de retirarse y abandonar su propósito, algunos monjes tomaron la fuerza como herramienta para doblegar a los corruptos y malvados, pues ya no veían a sus castigadores como pobres desafortunados. Esta nueva doctrina fue impulsada por uno de los monjes que llevaba la cara cubierta con una mascara para tapar su rostro quemado, el cual recibió el apodo de "Primera Llama" y cambiaría el nombre de la orden a El Fuego Sanador, después de unas purgas violentas entre aquellos hermanos pacíficos que no querían tomar las armas y vengarse por aquel ataque del pueblo al templo. "El fuego sanará sus cuerpos y liberará sus almas, quieran o no". (Primera Llama)
